Hace un tiempo “descubrí” la “teoría de las ventanas rotas”, la cual iba en línea con muchas de mis intuiciones y convicciones sobre el comportamiento de las personas en en el Perú y, su relación con el sistema jurídico y la acción del Estado (que son mis temas principales temas de estudio).
Esta teoría parte de un experimento hecho por psicólogos sociales, que a estas alturas, es harto conocido. Ellos colocaron dos autos de características similares, en dos barrios de características diferentes. Uno en un barrio pobre (Bronx, en Nueva York) y otro, en un barrio rico (Palo Alto, California). En 24 horas, el auto en el Bronx fue desmantelado y vandalizado completamente. En el de Palo Alto, no sucedió nada. Pero luego de una semana, los científicos sociales rompieron una luna de este auto. Al poco tiempo, dicho auto comenzó a ser vandalizado y sus piezas, robadas. Todo ello, en un barrio rico, con vecinos predominantemente blancos.
Qué conclusiones se sacaron de estos experimentos? Que los delitos -particularmente los de contenido patrimonial- no dependían de necesariamente de factores como la pobreza, la condición social o el origen étnico. El factor determinante parece ser la percepción que las personas tienen sobre efectividad del cumplimiento de las reglas que rigen a una sociedad (sistema jurídico). Si las personas violan una pequeña regla y no pasa nada, comenzarán cometer inconductas mayores ….. si ven que no sucede nada y así se desarrolla un espiral negativo (dicho sea de paso, esto es consistente con el postulado de persona oportunista que se plantea desde el AED).
Pero hay más. La acción de unos cuantos, ante la inacción frente al incumplimiento de las reglas, empieza a generar una convicción compartida, de que las reglas no son importantes y de que se pueden violar impunemente. Si lo viéramos desde la perspectiva de la teoría de juegos (del dilema del prisionero) podríamos decir que la conducta oportunista de cada uno, lleva a una situación negativa, donde todo el colectivo (la sociedad) se ve afectada.
Esta teoría parte de un experimento hecho por psicólogos sociales, que a estas alturas, es harto conocido. Ellos colocaron dos autos de características similares, en dos barrios de características diferentes. Uno en un barrio pobre (Bronx, en Nueva York) y otro, en un barrio rico (Palo Alto, California). En 24 horas, el auto en el Bronx fue desmantelado y vandalizado completamente. En el de Palo Alto, no sucedió nada. Pero luego de una semana, los científicos sociales rompieron una luna de este auto. Al poco tiempo, dicho auto comenzó a ser vandalizado y sus piezas, robadas. Todo ello, en un barrio rico, con vecinos predominantemente blancos.
Qué conclusiones se sacaron de estos experimentos? Que los delitos -particularmente los de contenido patrimonial- no dependían de necesariamente de factores como la pobreza, la condición social o el origen étnico. El factor determinante parece ser la percepción que las personas tienen sobre efectividad del cumplimiento de las reglas que rigen a una sociedad (sistema jurídico). Si las personas violan una pequeña regla y no pasa nada, comenzarán cometer inconductas mayores ….. si ven que no sucede nada y así se desarrolla un espiral negativo (dicho sea de paso, esto es consistente con el postulado de persona oportunista que se plantea desde el AED).
Pero hay más. La acción de unos cuantos, ante la inacción frente al incumplimiento de las reglas, empieza a generar una convicción compartida, de que las reglas no son importantes y de que se pueden violar impunemente. Si lo viéramos desde la perspectiva de la teoría de juegos (del dilema del prisionero) podríamos decir que la conducta oportunista de cada uno, lleva a una situación negativa, donde todo el colectivo (la sociedad) se ve afectada.
Miro a nuestro país a través de esta teoría y pienso que nos debe haber sucedido lo que ella plantea. Las reglas se establecen, pero no se hacen cumplir efectivamente. Por ello, los peruanos no somos tan afectos al cumplimiento de las reglas. Eso explicaría nuestra informalidad y nuestra práctica cultural de querer sacarle la vuelta a todo.
Creo que ello podría cambiar ……. si cambiamos la percepción de los peruanos sobre las reglas y sobre la necesidad de su cumplimiento. Una forma para lograr esto sería trabajando con los valores y la cultura de las personas. Convencerlos de que las reglas son importantes y de que es necesario cumplirlas ……. sin embargo, creo que este sería un proceso de cambio cultural, de largo plazo; que tomaría tiempo y requiere un esfuerzo sostenido.
Sin embargo, creo que las personas pueden cambiar de manera casi automática o en el corto plazo. Desde la propia teoría de las “ventanas rotas” se cuentan algunos casos. Uno de ellos se dio en el Metro de Nueva York, en los años 80’. Dado que se impusieron y se hicieron cumplir una serie de reglas, este sistema de transporte público se convirtió en un servicio seguro y confiable, las 24 horas del día; generando un cambio de 180 grados, respecto de la situación previa.
Yo tengo mis propios ejemplos de cambio, mis ejemplos peruanos:
a) Plagio de trabajos universitarios. Siendo docente, he visto que cuando no digo nada, sobre reglas de plagio en trabajos o monografías; los alumnos tienden a hacerlo …… y en un alto grado. Cuando planteo las reglas sobre el plagio, la gravedad de la situación y hago saber que tomaré medidas para detectarlo ….. el plagio se reduce drásticamente.
De hecho, en este contexto también he visto cómo actúan las personas frente a las reglas. Como anécdota puedo contar que varias veces los alumnos me han dicho que la regla recién se infringe “de verdad”, cuando se incumple por segunda vez …. ES VERDAD …. aunque usted no lo crea. Esto refleja palmariamente la visión de mucha gente sobre las reglas y sobre su obligatoriedad.
b) El tránsito de vehículos entre Tacna y Arica. Desde el Tratado de 1929, existe entre Tacna y Arica un fluido tránsito de vehículos (el viaje toma menos de una hora). Allí se puede apreciar la conducta de los choferes de taxis, combis y buses, peruanos y chilenos. En el lado peruano …… la conducta esperada …. como en cualquier otra ciudad del Perú (desorden, caos, incumplimiento abierto de las reglas). En el lado chileno ….. choferes respetuosos de las reglas, que se estacionan en los lugares correctos, que respetan la luz roja del semáforo, amables en el trato …. etc. No es por tanto, un tema de nacionalidad, de cultura, ni de nivel de PBI. Como pudieron cambiar en 1 hora. Un milagro?
c) Los peruanos migrantes a países desarrollados. Vea como se comporta un peruano en Estados Unidos, por ejemplo. Su nivel de informalidad y de cultura de incumplimiento se reduce drásticamente. Son las mismas personas, con la misma cultura y los mismos valores.
Cuál fue el factor clave en este cambio? No las reglas en sí mismas (ni su perfección jurídico dogmática). La clave estuvo en la existencia de organizaciones estatales capaces de hacer cumplir las reglas (el “enforcement”).
En el Perú hay un tremendo trabajo por hacer. En múltiples frentes. Por eso es difícil decidir por donde empezar. Un punto por el cual se podría empezar es con el “enforcement” de las reglas de tránsito.
El estado caótico y desordenado del tránsito y del transporte masivo de nuestras ciudades no solamente se debe al número de vehículos existentes, a la falta de sistemas eficientes de transporte públicos, sino; al incumplimiento generalizado de las reglas de tránsito y a la inefectiva actuación de la policía y las autoridades municipales.
Probablemente la primera interacción de cualquier persona con “lo público”, con las “reglas”, con “la autoridad” es el tráfico y el tránsito. Si a ese nivel existe desorden, caos, incumplimiento generalizado, seguramente estamos permitiendo o fomentando las “ventanas rotas”, que llevan a comportamientos más extremos; que se materializan en la informalidad, la falta de respeto a las autoridades y al Estado.
Mejorar ese aspecto, el enforcement de las reglas de tránsito podría conducir a una externalidad positiva …. que empecemos a respetar a los otros, las reglas, los derechos de otros.
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