miércoles, 5 de octubre de 2016

Innovación en el Sector Público: no es sólo hacer cosas nuevas ni importar mecanismos del Sector Privado.

En el contexto del XI Seminario de Reforma del Estado, organizado por la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP, expertos en gestión pública compartieron experiencias y visiones sobre la innovación en la Administración Pública. 

Hoy, transcribo literalmente lo señalado por mi colega Norma Correa. No puedo estar más de acuerdo con ella. Hay que tener cuidado cuando nos referimos a innovación en la gestión pública. No se trata solamente de hacer las cosas de manera diferente, ni de importar prácticas de la gestión privada; sin ningún tipo de filtro. La innovación en el Sector Público requiere de un profundo conocimiento de la gestión pública.



Fuente: 
http://puntoedu.pucp.edu.pe/noticias/informe-puntoedu-innovacion-para-el-desarrollo/

“Ahora vivimos un momento donde hay un interés muy grande en la innovación de políticas públicas. Hace poco menos de un mes, el premier Fernando Zavala ha anunciado la creación de una oficina de innovación en la PCM, asimismo la ministra Cayetana Aljovín anunció la creación de un laboratorio de innovación en el Midis. Hay, ahora, una situación donde tenemos a importantes actores del Estado interesados en avanzar en un enfoque de innovación hacia la política pública, pero, para que estos esfuerzos logren resultados concretos en la mejora de la administración pública, es preciso entender dos ideas fundamentales. 

La primera, que esta idea de innovar políticas públicas parte de un conocimiento muy profundo de cómo opera el Estado, cuáles son sus marcos normativos, cuáles son los marcos presupuestales. Hay que entender bien el objeto que se pretende reformar o transformar con estas innovaciones, y eso parece un asunto de sentido común pero no lo es porque a veces se subestima el conocimiento previo que se requiere de la institución o del proceso que se quiere fortalecer. A veces uno puede tener una idea muy interesante, pero no necesariamente se conoce bien la institucionalidad o los procesos en los cuales esa idea tendría que aterrizar y a veces hay ideas que han fracasado por eso. 

También tiene que haber un conocimiento muy detallado del proceso de implementación. Si estamos hablando de un programa social, hay que saber cómo funciona, cómo llega a la gente, cómo la institución se vincula con el ciudadano, porque en el mundo de innovación en la política pública se trata de saber también cómo actúa el ciudadano y su experiencia frente al Estado. Eso requiere también que se dedique tiempo para levantar realmente información relevante, porque creo que hay una gran oportunidad en el país para avanzar en innovación de políticas públicas, pero hay que tener bien en claro que hacer innovación no es hacer experimentos. Cuando usamos el término innovación es porque, primero, está orientado a soluciones; segundo, es escalable; y, tercero, funciona.

Entonces, no cualquier experimento o idea interesante es innovación, porque para llamarse así tienes que tener pruebas de haber transformado la realidad. Esto quiere decir que las buenas innovaciones toman tiempo y las vamos a hacer bien con calidad, con evidencia, con una buena comprensión del contexto de implementación, con una buena comprensión de lo que necesita realmente el usuario. Y lo segundo tiene que ver con ¿cuál es el mecanismo más razonable para que el Estado pueda hacer innovación dentro de un rango de tiempo razonable? Estamos hablando de políticas públicas, que son las que vinculan al Estado con el ciudadano. Entonces, yo tengo una propuesta vinculada a la creación de un fondo público concursable a diferentes instituciones, condicionado a la transparencia, y ese fondo debería estar organizado en torno a necesidades reales de las políticas públicas”.

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